jueves, 22 de marzo de 2012







3,2,1: DEBUT!





Tres días del partido antes ya me veía titular, lo vería normal en un principio después del nivel de juego de la pretemporada pero como dice la gente que lleva más tiempo jugando aquí: “This is Thailand”! mitad broma, mitad resignación, porque para lo bueno y para lo malo son algo “volátiles” en sus opiniones y decisiones. Así que comienzas a valorarlo cuando ves que 8 extranjeros de los que hay en tu equipo no van a correr la misma suerte y verán el partido desde el banquillo o la grada y que en una plantilla de 36 jugadores (sí, 36), nada más y nada menos que 24 de ellos van a tener q ver los toros desde la barrera…



Ese mismo día toca viajar a Bangkok para concentrarse. Estamos a viernes por la tarde y el partido es el domingo; larga concentración por delante. Muchas hor



as para hablar con familia y amigos, de repasar el lenguaje futbolístico en tailandés que me han ido enseñando (solo, cuidado, detrás, fácil, un toque, derecha, izquierda…) para el día del partido, y muchos videos de Informe Robinson para motivarte, entre ellos los de una leonesa, Carolina Rodríguez, todo un ejemplo y motivación para cualquier deportista. El del Mundial y la Eurocopa de España que habré visto unas 20 veces, y algún resumen de jugadas de Zidane y Xavi,; parece tan fácil el fútbol cuando ves como juegan estos dos….



El sábado estiramientos a las 8 de la mañana, algún sprint que otro y un buen “kin kao” como le llaman ellos a almorzar… y maldito kin kao! porque todo era picante en ese buffet y mi estomago sufrió las consecuencias ya que a las pocas horas la gastroenteritis que me azotó fue brutal! jeje. Por la tarde, visita al estadio del Army United donde se celebraría el partido al día siguiente. Rondos, estiramientos y algún lanzamiento de falta y corner.



Por la noche, charla del once titular con el entrenador. La táctica desde un p



rincipio estaba clara. 30 primeros minutos: esperar atrás y contraataque, 15 siguientes de presión en medio campo y los 10 primeros de la segunda, presión a la altura casi de su área! Todo pensado, muchas flechas en la pizarra, mucha rigidez y mucha táctica, que choca a veces con la personalidad tailandesa tan abierta y permisiva con casi todo. El Mister habla en tailandés y, de vez en cuando, entre mezcla alguna palabra en inglés para que no pierda el hilo, pero a veces dudo hasta si habla en inglés o en tailandés. Masaje de aceite en la habitación y a dormir!
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Y me despierto el domingo, con los nervios y la ilusión de un niño pequeño, impaciente y deseando que llegue la hora del partido pero con la tensión y la preocupación de cómo iba a estar mi estómago. Decidí no pedir ningún medicamento porque conociendo a los tailandeses a la mínima que puedan sospechar que no estás al 100x100 no juegas! Me lo callé, dieta blanda y camino al campo. En el autobús, una última arenga del presidente, con roles de entrenador a veces (impensable en España); incluso, en ocasiones, se pone las botas de fútbol entrenando y hace tiros a puerta con nosotros! No le entendí ni una sola palabra, pero me tran



smitió la ambición que tiene por hacer algo importante este año y me llegó su mensaje de pasión y fe a través de su lenguaje corporal.





También hubo tiempo para cánticos en el autobús y lo mejor estaba por llegar, ya que a la entrada del estadio unos dos mil aficionados del Chainat, “los pinkranger”, totalmente teñidos de rosa se agolpaban en nuestro autobús y no cesaban de animar. Pelos de punta! ¿Puede haber alguna motivación mayor que esa? Es uno de los instantes en los que te gusta ser futbolista y poder hacer feliz con el juego y con la victoria de tu equipo a tanta gente.

Entre fotos y abrazos de nuestros hinchas alcanzamos el vestuario y allí dentro pasaron varias anécdotas curiosas. En primer lugar, la cantidad de suplementos, bebidas isotónicas, vitaminas, barras energéticas, fruta, incluso, una bomba de oxígeno! (yo ya no sabía



ni que probar; pensé que con tanta mezcla se me podría hasta cortar la digestión o tener alguna reacción adversa, como cuando tu madre te dice que no mezcles zumo de naranja después de haber tomado leche jejeje).



El entrenador comienza a decir el equipo titular y cual fue mi sorpresa cuando, entre jugador y jugador, toda la plantilla y los allí presentes de la directiva y cuerpo técnico dan un sonoro aplauso a medida en que el entrenador va diciendo los nombres.



Una vez vestidos, el trío arbitral entra al vestuario y nos pide a cada uno de nosotros nuestra acreditación y que le enseñemos nuestra camiseta para comprobar así el nombre y número con la fotografía (me recordó a mi etapa de jugador alevín o infantil cuando pasaban lista con las fichas antes de jugar…).
Calentamiento y vuelta al vestuario y como si de una clase de primaria se tratara, el entrenador escribe cuatro frases diferentes en el encerado. Cada frase se correlaciona con una línea del equipo: portero-defensas-medios y delantero. Todos repiten unas diez veces y a modo de cántico, subiendo la intensidad del tono progresivamente, su frase correspondiente. Pregunto por mi línea, la de medios, y si entendí bien, era algo así como: “Juega fácil, muévete, lucha y si tienes oportunidad de tirar, tira a puerta!”. Otra curiosidad más.
Momentos antes del debut, el himno de Tailandia sonando y por mi cabeza pasaba mi familia que siempre me apoyó en la decisión que tomé; hubo un instante que me aco



rdé de mis amigos más íntimos que son mis seguidores más incondicionales y que me han dado el aliento muchas veces para seguir intentándolo en este complicado mundo del fútbol; y como si de un flashback se tratara me venían sobre todo imágenes de mi lesión, mejor dicho de mi recuperación, esa “soledad del corredor de fondo”, esas interminables horas en el gimnasio y en la piscina con el Ipod como único compañero de viaje, de ese viaje que mi mente me llevaba a volver a triunfar de alguna u otra manera, porque para muchos jugar en Tailandia no será un triunfo, pero para mí el sentirme un privilegiado y feliz con lo que hago es suficiente recompensa.
El partido no pudo comenzar mejor: en contacto con el balón, robando pronto y saliendo rápido a la contra. Marcamos en el minuto 22. Sentí molestias estomacales, pero nada podía impedir que disfrutara del formidable ambiente (unos 4.000 aficionados del Chainat FC recorrieron casi 200 kilómetros hasta Bangkok para ver el debut del equipo). Al final, otro retortijón me acabó matando, pero me fui contento con el hacer del equipo (0-1), con mi ju



ego en el debut y con el ambiente que me tocó vivir; disfruté mucho de todo lo que me acontecía mientras estaba en el campo. Al final, tras una jugada aislada, nos empataron en el 86 y lo que estaba a punto de convertirse en un estreno perfecto se volvió algo amargo.
Todos juntos nos fuimos al banquillo visitante a mostrar reverencia en señal de respeto (ritual que se hace en cada partido en esta liga) y después, a despedir a nuestra magnífica afición que nos llevó todo el partido en volandas y no paró de animar.
En definitiva, ha sido un partido que jamás olvidaré, de esos que dejan huella y de esos días que no quieres que se acaben porque disfruté como hacía tiempo que no lo hacía; y porque si algo he aprendido de todo esto, es que si con alguien hay que tener paciencia es con uno mismo y que no se sale adelante celebrando éxitos, sino superando fracasos.











3 comentarios:

  1. Los pelos de punta Gali... Lo has contado como si hubiera estado allí mismo contigo... Enhorabuena y disfruta de la vida!!!

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